¿Alguna vez han pensado que son unos fracasados? Espero que no. Todo comienza con uno mismo. Siempre repito que, si queremos que las cosas salgan bien y que las personas a nuestro alrededor estén felices, debemos empezar por creer en nosotros mismos. Recientemente me han rechazado de algunas de las “iniciativas” a las que apliqué, y para ser sincero, creí que sería seleccionado. Aunque debo admitir que me desilusioné por un momento, he aprendido que en la vida todo ocurre por una razón y que hay que luchar por lo que uno realmente desea. Si la seguimos pulseando, vamos a lograrlo. Ahora queda en mí decidir si realmente quiero seguir intentándolo hasta lograrlo. Estos rechazos son parte de la vida, pero si nuestra energía no está al máximo y no creemos en nosotros mismos, pueden tener un impacto negativo importante. La autoestima es fundamental en la vida y necesita cultivarse constantemente. Cada vez más, los líderes y atletas de alto rendimiento se enfocan en su salud mental, comprendiendo que tener una mente sana y confiar en nuestras propias capacidades es crucial. Si creemos en nosotros mismos, los altibajos de la vida no se vuelven tan significativos y, en lugar de centrarnos en puertas que se cierran, aprendemos a encontrar nuevas oportunidades. Así que, créanlo: ¿Se consideran inteligentes? Yo sí, pero entiendo que existen muchos tipos de inteligencia. Todos somos inteligentes a nuestra manera, y eso es lo bonito de la vida. En la escuela, no me destacaba; no soy el chico "Harvard" ni alguien que siempre obtenía las mejores notas. Mi inteligencia se orienta más hacia el lado emocional, estratégico y la claridad en el pensamiento. He aprendido a desarrollar mis cualidades, me considero muy bueno resolviendo problemas y encontrando soluciones, tanto en temas personales como profesionales. Creo que soy capaz de liderar todo tipo de organizaciones y, si tuviera que apostar por mí, lo haría una y otra vez. Sé que tendré fracasos, pero también sé que mis éxitos los superarán y que puedo lograr lo que me propongo. Soy un “doer”: cuando me propongo algo, lo logro, la mayoría de las veces. Y claro, ¡podrían pensar que soy un rajón! Pero, si yo no me la creo, ¿por qué otros lo harán? Eso sí, la humildad siempre debe estar por delante de todo, no me gusta la gente creída. Cuando digo que se la crean, no me refiero a ser arrogantes o pensar que somos dueños de la verdad, porque eso también sería un grave error. Ahora, ¿qué habría pasado si me hubiese enfocado en mis debilidades en lugar de mis fortalezas? Probablemente, no habría llegado ni a la mitad de las cosas que he logrado. Por ejemplo, siempre he tenido mala memoria, y eso podría haber sido una excusa para no avanzar. Pero en lugar de enfocarme en eso, he aprendido a rodearme de personas que me complementan y a desarrollar sistemas que me ayudan a superar mis limitaciones. Si yo mismo no hubiera creído en mi potencial y me hubiera dejado llevar por mis fallas, nada de lo que he construido habría sido posible. Es esa confianza en uno mismo la que marca la diferencia y nos permite alcanzar nuestros objetivos. Todos enfrentamos momentos en los que dudamos de nuestras habilidades, y es en esos instantes cuando debemos ser mentalmente más fuertes. Una mente resiliente es clave para no dejarnos definir por los fracasos, sino para aprender de ellos y usarlos como impulso para seguir adelante. Al final, el verdadero fracaso no es caerse, sino quedarse en el suelo sin intentar levantarse. Un gran ejemplo de superar las dificultades mentales y físicas es el ciclista Mark Cavendish. En un momento de su carrera, Cavendish atravesó serios problemas de salud, incluyendo una enfermedad que afectó su rendimiento, además de enfrentar desafíos mentales que casi lo llevaron al retiro. A pesar de estas dificultades, no dejó de creer en sí mismo y siguió trabajando en su salud mental y física. Su perseverancia dio frutos cuando logró volver a ganar etapas en el Tour de Francia, y hoy en día es el ciclista con más etapas ganadas en la historia de la competición, el récord de 35 victorias. Si quieres conocer más de su historia y cómo superó estos obstáculos, le recomiendo el documental "Mark Cavendish: Never Enough" disponible en Netflix, que muestra su inspirador regreso al máximo nivel. Lo importante es seguir trabajando en nuestra salud mental, entendernos a nosotros mismos y nunca dejar de creer en nuestro potencial. Al hacerlo, podemos enfrentar cualquier adversidad y seguir avanzando hacia nuestras metas. Y usted, ¿es un fracasado o un ganador? Escriba cosas positivas sobre usted mismo y que nadie le diga lo contrario. ¡Pura vida! |
Soy Amadeo, un emprendedor de la vida, impulsado por lo social, amante de la adrenalina y papá de dos hijos. Me encantan los negocios, sobre todo los emprendimientos, pero lo que más me mueve es formar más capitanes, que como yo, puedan tener las oportunidades para ser feliz, soñar y dejar una huella.
El calor de este finde no vino del clima, sino de la cabeza... de esos momentos en que las emociones se suben a mil. Siempre he sido una persona bastante competitiva, de las que no les gusta perder, que empuja fuerte, y además, bastante “fosforín”. Pero uno va creciendo, va cambiando. Y aunque sigo siendo apasionado por competir y por dar lo mejor de mí, siento que hoy mi nivel de control ha mejorado Este año decidí volver a correr karts. Hacía más de 20 años que no me montaba en un kart....
Siempre estoy cuestionando mi rol en el mundo: qué quiero hacer y qué debo hacer. No es una crisis existencial, sino una búsqueda constante de cómo sacarle el máximo provecho a la vida. Para bien o para mal, me cuesta estar conforme con lo logrado. Siempre quiero más. Charlie Munger decía que “The secret to happiness is to lower your expectations”, pero claramente, ese no es mi caso. Para mí, ese impulso de buscar más es mi motor. Claro, a veces tengo que frenarlo un poco, porque, por ir tan...
Hasta hace unos meses, pensaba que la tecnología era un gran complemento para nuestra mente. Hoy, después de experimentar más con la inteligencia artificial, creo que, más bien, puede ser un enemigo. Podemos preguntarnos: ¿Acaso la calculadora nos hizo tontos? No, pero estamos en otro juego. La IA ya nos supera y, al hacerse más fácil de usar, dejará poco espacio para que ejercitemos nuestro cerebro. Por ejemplo, ahora escribo este boletín porque voy aburrido en el avión sin internet, pero la...