Gracias, 2025


Este año me dejó muchas cosas buenas… pero, sobre todo, me dejó aprendizajes.
Aprendizajes sobre liderazgo, sobre construir, sobre la gente y sobre mí mismo

2025 no fue perfecto.
Hubo logros grandes, sí, pero también momentos de duda, conversaciones difíciles y decisiones que exigieron más cabeza y menos ego.

Y creo que ahí estuvo el verdadero crecimiento.

En Grupo Purdy, volví a entender lo importante que es no dejar a nadie atrás.
Toyota nos lo recordó, pero la vida también.
Cada proyecto, cada sucursal, cada cliente y cada colaborador tiene una historia distinta. No existe un “combo” para todos.
Este año me hizo valorar aún más la cercanía, la autenticidad y esa disciplina silenciosa de la gente que hace que todo funcione todos los días.

En Caricaco, vivimos un año histórico, sí… pero para mí lo más valioso fue ver personas crecer.
Ver a fundadores y equipos dar la batalla: unos ganando, otros cayendo y levantándose, todos avanzando.
Ver capitanes asumir responsabilidades, tomar decisiones difíciles y empezar a liderar desde el ejemplo, sin tanto ruido, pero con mucho impacto.

En impacto, desde la Fundación Caricaco hasta 8Homes en Nosara, confirmé algo que cada vez siento más fuerte (en el mejor sentido):
si uno va a tener privilegios, tiene la responsabilidad de convertirlos en oportunidades para otros. Punto.

En lo personal, 2025 me hizo bajar revoluciones, observar más, escuchar más…
mentira, eso es lo que hubiera querido.

Eso sí, me recordó algo fundamental: los valores y la familia.
Ver a mis hijos crecer, equivocarse, aprender… y la llegada de Clara, la princesa de la casa, que puso todo en perspectiva.

Este año entendí que cualquier proyecto, por grande que sea, vale menos que las personas que lo hacen posible.
Y que al final, lo que queda no son los números ni los resultados, sino la forma en que tratamos a los demás.
Y si a veces nos equivocamos, nada mejor que un perdón a tiempo.

2026 viene con retos grandes, y lo recibo con mucho entusiasmo.
Trabajar con más propósito, lanzar nuevos proyectos, mejorar…
y seguir creyendo en algo que ya es parte de mí:

Costa Rica tiene talento de sobra.
Solo necesita más oportunidades y más gente dispuesta a empujar sin miedo, sin atajos y con el corazón en el lugar correcto.

Gracias a todos los que caminaron conmigo este año.
Felices Fiestas, Feliz Navidad y Feliz Año Nuevo.
Nos vemos en 2026

¡Hola capitanes y capitanas!

Soy Amadeo, un emprendedor de la vida, impulsado por lo social, amante de la adrenalina y papá de dos hijos. Me encantan los negocios, sobre todo los emprendimientos, pero lo que más me mueve es formar más capitanes, que como yo, puedan tener las oportunidades para ser feliz, soñar y dejar una huella.

Read more from ¡Hola capitanes y capitanas!

Hola. La semana pasada tuve el honor de participar en un programa de fellows llamado CALI (Central American Leadership Initiative). No es algo meramente empresarial; es más bien un espacio que busca reunir a líderes centroamericanos de diferentes ámbitos en un momento de inflexión, para ayudarnos a ser mejores personas. Lo más bonito es que todo termina en un llamado a la acción: cada uno debe crear un proyecto social. En este encuentro uno se abre mucho. Se trabaja desde la vulnerabilidad,...

¡Feliz cumpleaños para mí! Mentira, fue el 8 de junio pero este es mi regalo. Se acuerdan que cada año, cuando cumplo años, me gusta cumplir sueños. Siempre han sido 8 (ya saben por qué 😏), pero este año llegué a los 40… y pensé: “siempre han sido 8, ¿por qué no 40?”. Y así nació la idea. Yo sé lo afortunado que soy. Claro que perfecta ni cerca, me ha puesto retos importantes como a todos, pero no me puedo quejar. Y tal vez por eso, lo mejor de cumplir años se ha convertido en ver a muchos...

Desde que tengo memoria, me ha fascinado la pesca. Suena curioso, porque siempre he sido amante de la velocidad, del sonido de los motores, de la adrenalina pura. ¿Pesca? Muchos piensan que es lenta, aburrida, demasiado tranquila. Y puede serlo. Pero cuando lo hacés, entendés que la pesca tiene sus propios picos de emoción. En el momento que un pez pica, el corazón se acelera como si estuvieras manejando a 200 km/h en una carrera. Es otra forma de adrenalina. Más silenciosa, más profunda…...