Hola. Hace unos días publiqué mi opinión sobre el discurso de rendición de cuentas del presidente. Era de esperarse que fuera un tema controversial y, efectivamente, recibí todo tipo de comentarios, algo que ya anticipaba. Imagínense que esto llegó hasta los oídos de mi abuela de 93 años, quien por suerte le llegó una reacción positiva: "No hay duda de que Amadeo es un referente y un líder de opinión invaluable. Si él tiene esa opinión sobre este gobierno, con sus logros y errores, porque los tiene, vamos bien como país. Hay esperanza." También recibí otras negativas (aunque en realidad estoy muy de acuerdo con lo que me escribió) “Tal como lo dijo el presidente del congreso el día de ayer, “lo social sin sustento fiscal es insostenible y por otra parte, el equilibrio fiscal sin inversión social es peligroso, además de inhumano”. ¿De qué nos sirve tener buenos indicadores macroeconómicos para atraer inversión extranjera si no tenemos una población educada que pueda emplearse ? O ¿de qué nos sirven los mismos indicadores macroeconómicos si tenemos un país que está siendo puesto de rodillas por el crimen organizado y el narcotráfico ? ¿De qué nos sirven que empresas vengan si hay escasez hídrica? ¿A qué costo son esas cifras fiscales?" Al final eso es parte de la libertad de expresión, ¿no es así? Yo siempre busco dar comentarios bien analizados que pueda defender; de lo contrario, sería solo hablar por hablar. Debo aceptar que opinar no es el camino más fácil, pues uno nunca queda bien con todos. Lo más sencillo sería siempre quedarse callado y seguir en la vida como un helado de vainilla, sin más ni menos. Aclaro que no critico esto, pero la verdad es que no estoy aquí para callar lo que pienso; es parte de mi vida. Otro aspecto fundamental para mí es tratar de ser lo más realista posible sin sesgarme por simpatías personales. Yo no soy seguidor del gobierno ni de nadie en particular; sigo mi camino y doy mi opinión. Si opinara basado en intereses personales o empresariales, probablemente la mayoría de mis comentarios serían más negativos que positivos, pero al final trato de ser lo más imparcial posible. Sin embargo, veo que hay personas que critican o alaban a otros simplemente porque sí, y eso no lo veo tan positivo aunque es bueno que también exista ese debate de opiniones que son muchas veces, sesgadas. La libertad de expresión no consiste en decir cualquier cosa, ya que esto puede ser un arma muy peligrosa, como hemos visto muchas veces. Así como puede ser peligrosa, también es poderosa y por eso debemos saber usarla bien. No soy conspiracionista, pero me parece importante que haya gente que lo sea porque a veces realmente tienen razón. ¿Qué pasaría si ellos no existieran? Durante covid, este tema fue muy relevante y tengo que aceptar que muchas veces me reí de "teorías de conspiración" que luego resultaron ser ciertas, o al menos parcialmente. Ahora, dejando a un lado todo este tema de libertad de expresión, conspiracionistas, noticias falsas y muchos más que son bastante complejos, quiero llegar a algo más. Hay personas en posiciones de liderazgo que deben ser aún más cuidadosas, no solo porque su opinión es más escuchada, sino porque muchas veces se les asocia con empresas u otras organizaciones que representan. Por ejemplo, hace poco empecé un podcast y algunas de las personas que he invitado me han rechazado porque sus empresas limitan lo que pueden decir. Sé que mi opinión puede ayudar o perjudicar a empresas y organizaciones con las que me relaciono. Sé que mis opiniones pueden caer bien o mal a personas cercanas, colaboradores y otros. Y sé que eso de alguna manera podría perjudicarme, pero al final lo que considero más importante es que la gente pueda realmente saber quién soy sin filtros. Que, aunque no opinen igual que yo, al menos me respeten por decir las cosas con transparencia y responsabilidad, porque, como dije, si opino, es con fundamento. Por supuesto, puedo equivocarme, ya me ha pasado, pero en ese caso lo acepto, corrijo y sigo adelante. En fin, este soy yo y lo que puedo garantizar es que siempre diré las cosas como son, a mi favor o no. Gracias por escucharme, pura vida. |
Soy Amadeo, un emprendedor de la vida, impulsado por lo social, amante de la adrenalina y papá de dos hijos. Me encantan los negocios, sobre todo los emprendimientos, pero lo que más me mueve es formar más capitanes, que como yo, puedan tener las oportunidades para ser feliz, soñar y dejar una huella.
Hola. La semana pasada tuve el honor de participar en un programa de fellows llamado CALI (Central American Leadership Initiative). No es algo meramente empresarial; es más bien un espacio que busca reunir a líderes centroamericanos de diferentes ámbitos en un momento de inflexión, para ayudarnos a ser mejores personas. Lo más bonito es que todo termina en un llamado a la acción: cada uno debe crear un proyecto social. En este encuentro uno se abre mucho. Se trabaja desde la vulnerabilidad,...
¡Feliz cumpleaños para mí! Mentira, fue el 8 de junio pero este es mi regalo. Se acuerdan que cada año, cuando cumplo años, me gusta cumplir sueños. Siempre han sido 8 (ya saben por qué 😏), pero este año llegué a los 40… y pensé: “siempre han sido 8, ¿por qué no 40?”. Y así nació la idea. Yo sé lo afortunado que soy. Claro que perfecta ni cerca, me ha puesto retos importantes como a todos, pero no me puedo quejar. Y tal vez por eso, lo mejor de cumplir años se ha convertido en ver a muchos...
Desde que tengo memoria, me ha fascinado la pesca. Suena curioso, porque siempre he sido amante de la velocidad, del sonido de los motores, de la adrenalina pura. ¿Pesca? Muchos piensan que es lenta, aburrida, demasiado tranquila. Y puede serlo. Pero cuando lo hacés, entendés que la pesca tiene sus propios picos de emoción. En el momento que un pez pica, el corazón se acelera como si estuvieras manejando a 200 km/h en una carrera. Es otra forma de adrenalina. Más silenciosa, más profunda…...