Esta semana tuve vuelos largos y vi una película titulada: Cartas a Dios. Mientras las veía y el avión despegaba, me invadió un sentimiento de miedo. Sí, miedo a la vida, o más bien a perderla. ¿Sabían que en un momento de mi vida me daban tanto miedo los aviones que no quería viajar? De verdad, para mí era todo un tema. Por suerte, no duró más que un par de años y hoy día ya no pienso tanto en esto, pero recientemente, desde que soy papá, ese sentimiento ha vuelto de alguna manera. Esta vez, ese miedo no me ha hecho limitar los viajes, pero es algo que tengo muy presente porque no hay nada más que quiero en mi vida que poder seguir pasando tiempo con mis hijos, especialmente en una etapa en la que tanto me necesitan, o al menos eso es lo que creo. Me puse a ver una película sobre un niño con cáncer y, digamos, las emociones se me enredaron un poco. Aquí es donde entra Dios. No soy muy religioso, pero rezo casi todos los días y creo en un ser superior. A menudo lo he cuestionado o he dudado de Él cuando veo tantas injusticias en el mundo, y aunque he tratado de encontrar una explicación racional, no la he encontrado. Aun así, sigo creyendo en Dios, no sé si por miedo o por la esperanza de que haya algo más allá de nuestro tiempo en la Tierra. No logro comprender cómo uno puede vivir unos años y luego no existir nada más, y esa es la esperanza en la que quiero creer: que hay algo más. No quiero contarles la película, vale la pena verla. Pasé mucho tiempo pensando "si este chiquito se muere, me voy a $&$## en la película". Y no solo eso, pensé varias veces en quitarla por el miedo a que eso pasara y en el fondo pensé "¿para qué sufrir viéndola?". Sin embargo, es en los momentos de sufrimiento donde también encontramos crecimiento. Me considero una persona fuerte, directa, y hasta algo "frío". Aunque tengo mucho de eso y sé enfrentar las cosas no tan lindas de la vida, hay una parte de mí muy emocional. Por supuesto que lloro, y de verdad, muchas veces con solo ver una película. Esta película me abrió el corazón a seguir con más fuerza hablando o "rezando" con Dios porque de cierta manera en el último tiempo lo había perdido un poco a nivel personal. Qué bonito tener un espacio en la noche para no solo agradecer y pedir, sino para hablar con alguien. Sé que para eso está la familia y amigos cercanos, pero a veces se necesita hablar con alguien más allá sin que sea una conversación. Ahora rezo con mis hijos y les hablo sobre la presencia de Dios. Aunque no lo entienden completamente y me hacen preguntas como: "Papá, ¿cómo es Dios? ¿Por qué no puedo verlo?", yo les explico, pero veo que aún quedan con dudas. Lo bonito de estas edades es que, al final, simplemente deciden creerle a su papá sin cuestionarlo tanto. Conozco a varias personas ateas, respeto todo tipo de creencias y religiones, pero creo que lo importante es siempre tener esperanza y alguien que le dé sentido a la vida más allá de nosotros, los seres humanos de carne y hueso. Hay miles de razones para creer en algo o no, está en uno decidir y es una de las decisiones más importantes de la vida. Y hablando de temas religiosos, les recomiendo el siguiente podcast con el sacerdote católico Juan José Paniagua. En este programa, podrán escuchar sobre muchos de estos temas explicados por alguien con gran conocimiento y de una manera fácil y entretenida. Pueden acceder al podcast en el siguiente enlace: En resumen, no se trata solo de aprender de historias tristes; a veces necesitamos un poco de reflexión para crecer. Lo más importante es no esperar a que lleguen tragedias para cambiar. Si hay algo fijo en esta vida, es la muerte. Vivamos el presente y exploremos diferentes caminos para alcanzar nuestra máxima felicidad. |
Soy Amadeo, un emprendedor de la vida, impulsado por lo social, amante de la adrenalina y papá de dos hijos. Me encantan los negocios, sobre todo los emprendimientos, pero lo que más me mueve es formar más capitanes, que como yo, puedan tener las oportunidades para ser feliz, soñar y dejar una huella.
Hace unos años leí una publicación que decía: "Los niños nacidos hoy nunca aprenderán a manejar". La frase se quedó dando vueltas en mi cabeza, porque desde que tengo memoria siempre he estado manejando algo: karts, cuadraciclos, bicicletas… cualquier cosa con ruedas. Manejar es mi pasión, y no puedo imaginar un mundo sin esa conexión. Pero, siendo honestos, puede que llegue ese día. Es una realidad que cada vez más jóvenes postergan sacar su licencia porque están cómodos con Uber y otras...
¿Recuerdan los 8 Sueños? Una pequeña iniciativa que llevo haciendo por segundo año y que, la verdad, me tiene súper motivado. Porque, al final, soñar siempre ha sido mi gasolina. Todo empezó en mi cumpleaños del 2023. Ayudé a 8 jóvenes a cumplir pequeños sueños junto a sus familias: un viaje, un regalo, algo que les hiciera el día. Y a cambio, ellos hicieron actos de bondad: repartieron comida, ayudaron a niños y hasta pintaron espacios comunitarios. Fue un chuzo de experiencia, así que este...
¡Hola! Hace unas semanas asistí a una clase de pintura, y tengo que admitir que pensé que iba a ser más fácil de lo que creía. Evidentemente, no soy ni cerca de ser pintor o artista, pero siempre he sentido una gran pasión por crear. Considero que tengo un lado creativo que me impulsa a formar nuevos negocios e ideas constantemente. Y sí, disfruté mucho pintar; fue un momento para desconectarme de todo lo demás. Mientras sigo desarrollando mi vida profesional, también me encuentro...